viernes, 24 de abril de 2020

Trebaruna




Trebaruna, “hogar secreto”, fuego que ilumina, calienta y protege el hogar, refugio familiar.
Fuego alrededor del cual se reúne el clan, se tejen y se refuerzan vínculos, se transmiten historias y tradiciones y se celebra la vida.
Señora de lobos, diosa de la guerra y las alianzas, muerte honrosa en la batalla.

Trebaruna (Moonspell)

Guerreira sagrada, Deusa do Amor
Trebraruna teu leito semente
Acolhe-nos agora num muy doce abraço
Trebraruna és Vida és Morte
da Lua és filha, dos Lobos consorte
Trebraruna pagão é teu ventre
Ansiado refúgio de quem ainda te sente
Viva!
Trebraruna és tu quem nos gera
Alimento teu seio d'Amor e de Guerra
Trebraruna a tua voz é
a melodia mais doce da nossa Terra
Trebraruna nós tuas crianças
Beijamos teus olhos cerrados com fervor
Trebraruna cantamos para ti
Somos teu eterno, fiel trovador

Trebaruna (Dunum)

Fuego de mi hogar, Trebaruna cuidará.
Fuego de mi clan, en mi corazón arderá.

Fuego de mi hogar, Trebaruna bailará.
Fuego de mi clan, su pasión encenderá.

Fuego de mi hogar, Trebaruna avivará.
Fuego de mi clan, su valor ensalzará.

viernes, 3 de abril de 2020

El elemento fuego




"Fuego, mi espíritu"

El fuego es el segundo de los cuatro elementos.
El fuego es calor, movimiento y energía.
Es un elemento rápido, activo, dinámico y expansivo.
Es vivo, explosivo, impredecible y repentino.
Es brillante y llamativo.
Es inspirador, purificador, transmutador o destructor.
El fuego representa la vitalidad y la energía.
Es alegría, entusiasmo, optimismo.
Es instinto, deseo y pasión. Es locura y arrebato.
El fuego es audaz, osado, valiente.
Es poderoso y fuerte.
Representa el poder y el liderazgo.
Es motivación e iluminación.
Representa la voluntad, la determinación, el impulso y el emprendimiento.
Es la fuerza que nos lleva más allá de las barreras.
El fuego es la llama que calienta el hogar y la hoguera alrededor de la cual se reúne el clan.
Es el calor que nos reconforta y nos anima.
Es la antorcha que ilumina caminos, la que nos guía y nos ayuda a buscar nuevos retos y desafíos.
Es la luz que ilumina y da color a nuestra vida.

jueves, 20 de febrero de 2020

Encuentro de la Doncella


La primera vez de algo es muchas veces complicado. No tiene que ser así siempre, pero nuestro miedo y nuestras dudas nos ponen trabas. "Disfruta del proceso", dicen, pero a veces el proceso es lo más difícil, como lo es diseñar una ceremonia.

Tenía mis dudas sobre escribir una entrada referente a mi pasada ceremonia, como si las memorias personales no fueran parte de Ella. Luego he pensado que yo también soy parte de Ella y mi experiencia es Su experiencia a través de mis ojos y todo mi sistema de creencias. Por eso lo reflejo.

Si me preguntan por el resultado, diría que fue perfecto. No podría pedir que fuera de otra forma, ni cambiaría nada en absoluto. Esto es mucho decir, pero es así. A pesar de ser febrero y que la semana amenazaba con niebla y frío, el día amaneció soleado y con una temperatura inmejorable para una actividad al aire libre. Era uno de mis mayores miedos, porque habría tenido que mover todo a otro lugar y no es tan fácil. Tampoco resulta la misma experiencia dentro de un local que en un parque. La Diosa tuvo a buenas regalarme un precioso día y me siento agradecida por ello.

Los almendros habían florecido. No estaban en su esplendor total, pero había suficientes flores como para darnos una bonita vista. No en la zona elegida para la ceremonia, lo cual ayudó mucho a nuestra intimidad, pues los visitantes del parque prefieren los árboles colmados de flores. Es normal, teniendo en cuenta la belleza de las mismas y el olor a miel que desprenden. Aunque hubo muchos visitantes, habría sido peor este fin de semana, que seguro que hay muchas más flores. La fecha elegida no fue casual, en cuanto a que sabía que los almendros florecen a finales de febrero, pero mi agenda no permitía demasiadas holguras. A punto estuve de tener conflicto de fechas con otros talleres de la tribu. La Diosa me fue favorable aquí también.

La asistencia fue algo más baja de lo esperado. Primero porque es difícil llegar a la gente siendo nadie en la comunidad pagana. Publicité mi evento por las redes sociales y utilicé los hashtags que me parecieron más adecuados, pero eso no moviliza a la gente. Es un tema de "personal branding", obviamente. Aun así inicialmente se apuntaron unas catorce personas, que está bastante bien en mi opinión, y luego se fueron cayendo una a una hasta llegar a cinco. Por poco no invoco sola con los árboles y los pájaros. En algunos casos fueron ausencias justificadas, en otras me parecieron excusas baratas. De hecho, esto me toca temas que son muy míos y que se supone que estoy trabajando: la autosuficiencia, la confianza, la pertenencia, la fraternidad/sororidad, la lealtad...se trataba de no reafirmarme en mis ideas. Quizás esto haya sido una prueba más para ver cuánto había avanzado con eso.

Sin embargo, a pesar de ausencias sentidas e inesperadas, la Diosa me dio justo la audiencia que necesitaba. Y no pudo ser mejor. La energía era perfecta. Todas sabían qué hacían allí y me ayudaron muchísimo con la práctica, haciéndola muy agradable.

En cuanto a mi desempeño, estoy contenta. Creo que el desapego emocional por el resultado me hace verlo con ojos positivos. En ningún momento me sentí nerviosa o presionada. Al contrario, me sentía llena de una serenidad y de una presencia que me parecían totalmente ajenas a mí. Incluso, en cierta forma, era yo la que conducía el evento y al mismo tiempo no, como si una parte de mí se hubiese ido muy lejos. Fluí muchísimo y disfruté mucho. De hecho, ni fui consciente de la presencia de gente a nuestro alrededor, mientras que sí reconocí los pájaros y los insectos a nuestro alrededor.

Mi práctica era modesta y pequeña, pero creo que fue delicada y bonita, casi femenina. Era un homenaje a la Doncella, un arquetipo con el que siempre me ha costado conectar. Este año en cambio está siendo un descubrimiento, porque creo que hay mucho de Ella en mí, una parte que me ha costado mucho reconocer y aceptar. Por eso elegí trabajar con Ella y a cambio, he recibido una gran bendición personal que va mucho más allá de lo que resulta haber diseñado la práctica.

Creo que no soy una sacerdotisa ceremonial. No es la forma en que yo creo que me siento a gusto. Yo soy la que crea en la sombra y es allí donde seguramente pertenezco. Algún día quizás encuentre mi hueco, aunque me conformo con conectar con Ella a nivel individual y personal.

miércoles, 15 de enero de 2020

El elemento Aire



“Aire, mi aliento”

El elemento Aire, una de las cuatro formas arquetípicas de la energía que ha compuesto todo lo que existe en este mundo.

Aire se refiere a todos los principios “gaseosos”, informes, expandibles, sutiles y volátiles. En la naturaleza lo conocemos como una sustancia gaseosa que forma la atmósfera de la tierra y que ofrece a cada organismo el elemento básico de la vida: la respiración. Venimos al mundo en una inspiración y nos marchamos expirando. Entre medias, es a través del aire que la vida nos llena.

El aire es sutil, pero sus efectos son visibles. Podemos observarlo, dependiendo de su fuerza, acariciando los árboles, plantas, y océanos, o bien ondulándolos, o con toda su furia, sacudiendo la vegetación, desafiando a las olas. Es la brisa y también el tornado.

El elemento aire es el menos material y denso de todos los elementos, por lo que se relaciona con el pensamiento. Todo cuanto existe tuvo que ser pensado primero después para cobrar vida en el plano físico.

El aire se asocia a la mente, la inteligencia y la creatividad. Su mundo es el de las ideas, los conceptos, la abstracción, la imaginación, el razonamiento, la inspiración, la conexión, la comunicación, el lenguaje, la palabra y el intercambio. Se relaciona con las ciencias, las artes, la filosofía y la divagación mental.

El aire es curioso, quiere saber y conocer. Es inquisitivo, le gusta la novedad, la experiencia.

El aire es activo, siempre en movimiento. Es libertad, expansión y fluidez. Es rápido, ágil e imprevisto, también es superficial y liviano, a veces agresivo. Es imprevisible con sus cambios de dirección, de velocidad y de intensidad.

No está fijado al suelo, no se puede contener ni encerrar. Se desplaza por todo el espacio llevando la energía creadora por todas partes. Produce una sensación de desapego y la capacidad de cubrir un terreno extenso. Disemina, difunde, dinamiza y produce cambios.


El aire nos inspira, nos aconseja y afila nuestra mente. El aire nos eleva para tomar perspectiva y ampliar nuestra visión. El aire se lleva aquello que ya no sirve y también desbloquea dificultades y opresiones.