domingo, 1 de diciembre de 2019

La llama de Ataecina



Mi abuela materna era hija de la Inmaculada Concepción. Cada cierto tiempo recibía de manos de otra mujer de la cofradía la imagen de la virgen y ella la guardaba en su casa para custodiarla y devocionarla, hasta que llegaba el momento de cederla a la siguiente de una lista compuesta por las mujeres del pueblo. Ahora es su nieta la que guarda la llama de varias diosas. Es algo que ha surgido de una manera muy natural dentro de la tribu de Iberia, pero me parece una bonita circunstancia. Es una forma de continuar la tradición familiar y también de devoción a Ella, la Diosa, por diferentes que sean las expresiones.

La llama de Ataecina es una de ellas. Esta llama fue prendida en una ceremonia de Samhain en 2014 y desde entonces se mantiene encendida permanentemente por un grupo de personas para que la luz del alma que contiene la llama no se apague nunca. Esta llama se vincula a la muerte, cualquier muerte, no solamente la física, pero nos recuerda que en ese tránsito no estamos solos. Ataecina nos guía y nos consuela en los tiempos difíciles y nos acompaña en la transformación que deriva de esa muerte.

La guardia de la llama la componen no solamente sacerdotisas, sino cualquier devoto que quiera sostenerla. A cada persona se le asigna un día y la víspera del mismo hasta el atardecer del siguiente se prende la vela y se mantiene encendida para sostener la energía de la misma. Cada vela en sí misma es una oración sostenida por la duración del pábilo, y es una oración que se comparte con el mundo. Así, ese consuelo, ese acompañamiento, ese alivio que nos proporciona Ataecina se derrama en el mundo de una manera continuada, desde la sombra, la discreción y la distancia, pero como un servicio de amor a la humanidad.

Imagen: Dunum de Iberia

lunes, 25 de noviembre de 2019

La Diosa Oscura



Su nombre se asocia con la muerte, la oscuridad, el vacío, el invierno, y esto evoca un cierto miedo ancestral que solamente responde a la ignorancia y al desconocimiento de no tener integrado en uno lo que es inevitable. En la naturaleza existe también el cambio, la destrucción, la muerte, y el caos.¿Acaso no es la muerte una faceta más de la vida? ¿Existiría luz de no existir oscuridad? ¿No es necesario el vacío para poder recibir algo nuevo? En cierta forma los aspectos oscuros y los claros son semejantes a una melodía donde el silencio se combina con las notas para crear armonía. Es la apnea apenas perceptible que se produce entre la inspiración y al exhalación. Todo es una danza, es movimiento y una sucesión de opuestos.

Hay varios temas relacionados con la diosa oscura. El primero es un viaje que requiere todo un ciclo: el de todas las caras de la Diosa que se van sucediendo, convergen y mueren en ella antes de renacer en nuevo tiempo. La anciana es sabia porque las contiene a todas, porque ha superado las diferentes etapas de la vida y se ha nutrido de saberes, habilidades y experiencias. Ella fue doncella, amante y madre; fue aire, fuego, agua y tierra. Y con todo esa sabiduría puede comenzar de nuevo.

Comenzar de nuevo es abrirse a la muerte, como el paso de un umbral a un nueva vida. La muerte es inevitable ya que todo lo que nace debe morir para dar paso a algo nuevo. Por eso todo termina fallando, termina decayendo, termina agotándose. Pero en la naturaleza nada se desperdicia, pues todo es reciclado para alimentar la vida. Todo cambia y se convierte en algo diferente, algo necesario que alimenta el sistema al que pertenecemos. La muerte abre la llave al renacimiento. No podemos renacer sino hemos muerto y no se puede construir algo nuevo si no se ha destruido,si no se vacía lo que ocupa ese espacio.

Hablamos de la muerte física, por supuesto, pero a lo largo de la vida experimentamos también muchas muertes que van configurando la persona que somos. Para poder crear una nueva versión de nosotros mismos, la anterior debe morir. Sin embargo, esa nueva versión se nutre de las experiencias de la primera y construye sobre ellas. El grado de apego a la vida conocida hace que el tránsito sea más o menos fácil, más o menos doloroso. Todo pasa por la rendición al proceso de la transformación.

La diosa oscura es también la sombra, aquello que negamos admitir de nosotros. Es lo prohibido, lo vilipendiado, lo maldito, lo que nos avergüenza, nuestros miedos y temores más profundos, nuestros monstruos y fantasmas, que se empeñan en salir y no nos atrevemos a mirar y reconocer. Pero también existe la llamada "sombra dorada" que esconde aquellos rasgos positivos que hemos reprimido por el mismo motivo: ser aceptados y ser amados por nuestra familia y nuestros círculos cercanos, incluso por las normas que dicta la sociedad. Sin embargo, no hay nada más amoroso, sanador y más poderoso que el reconocer, abrazar e integrar todo aquello que está en la sombra, porque hasta que no lo hagamos no estaremos completos; porque hasta que no lo hagamos, la sombra operará desde el subconsciente y controlará nuestra vida. Por eso, el don de la diosa oscura es la plenitud de quien se ha conquistado a sí mismo, de quien es suficiente en sí mismo.

domingo, 17 de noviembre de 2019

La Rueda de Iberia



NO

  • Festividad: Samhain
  • Direccion: NO
  • Diosas: Anciana Sabia, Diosa Oscura. Ataecina, Amandrea Illargi (abuela luna).
  • Colores: negro, violeta
  • Animales sagrados: cuervo, buitre, gato negro, jabalí, cerda blanca, cabra blanca.
  • Árbol: ciprés, castaño
  • Atributos:
    • Muerte y renacimiento
    • Descomposición
    • Viaje a la oscuridad
    • Viaje a lo profundo y ancestral
    • Transformación
    • Lo que nos hace ver la sombra
    • Dejar ir lo que ya no nos sirve
    • Viaje al otro lado del velo
    • Conexión con ancestros
    • Trabajo con vidas pasadas

N

  • Festividad: Yule
  • Direccion: N
  • Diosas: Madre del Aire. Mari, Tanit, Cale, Deae Maters
  • Colores: plateado, gris
  • Animales sagrados: Águila, halcón, lechuza, búho, aves en general
  • Árbol: olivo
  • Atributos:
    • La mente, los pensamientos, la sabiduría
    • Lo visual y lo auditivo.
    • La perspectiva
    • Lo incorpóreo, lo que aún no se ha manifestado.
    • Lo esencial.
    • El espacio entre vidas.
    • El instante de la concepción.
    • La rueda del karma.


NE

  • Festividad: Imbolc.
  • Direccion: NE
  • Diosas: Doncella. Laia, Belisama, Ilumberri, Cabar Sul, Carmenta, Bandua
  • Colores: blanco, amarillo suave, azul claro
  • Animales sagrados: oca, ganso, vaca, cisne, cigüeña, serpiente, loba
  • Árbol:
  • Atributos:
    • Nuevos comienzos
    • Creatividad
    • Sanación
    • Alegría
    • Inocencia
    • Esperanza
    • Inspiración
    • Transformación hacia la belleza
    • Aprendizaje


E

  • Festividad: Ostara
  • Direccion: E
  • Diosas: Madre del fuego. Eguzki, Eostre, Argia, Benzozia, Trebaruna
  • Colores: Verde, rojo, amarillo, naranja
  • Animales sagrados: Lince, conejo, liebre, gallo, gato, osa.
  • Atributos:
    • Estallido de la vida, germinación de la semilla, la eclosión de los huevos
    • Energía
    • Entusiasmo
    • Coraje, valor
    • Impulso
    • Renacimiento
    • Fuerza
    • Instinto animal

SE

  • Festividad: Beltane
  • Diosas: Amante. Epona, Iccona, Betatum, Aitana
  • Colores: Rojo, verde
  • Animales sagrados: caballo, yegua, paloma, tórtola, bandadas de pajarillos
  • Atributos:
    • Soberanía
    • Libertad personal
    • Gozo, disfrute, placer
    • Amor
    • Pasión
    • Sensualidad
    • Sexualidad
    • Unión de los opuestos
    • Matrimonio sagrado


S

  • Festividad: Litha
  • Diosas: Madre de las aguas. Noctiluca, Nabia, xanas, anajas
  • Colores: Azul, rojo, plateado
  • Animales sagrados: Peces, ballenas, delfines, salmón
  • Atributos:
    • El origen de todo
    • El útero de la Diosa
    • La sangre femenina
    • Fluidez
    • Lo emocional, los sentimientos
    • Sanación emocional
    • Empatía, compasión
    • La sabiduría intuitiva

SO

  • Festividad: Lammas,Lughnasadh
  • Diosas: Diosa Madre. Metragirta, Cibeles, Caria, Broenia, Ebura, Camal, Anat
  • Colores: Dorado, amarillo, naranja, marrón
  • Animales sagrados: Vaca, toro, cerdo, ciervo, animales astados
  • Atributos:
    • Cosecha
    • Abundancia, prosperidad
    • Nutrición
    • Generosidad, compartir, sacrificio
    • Comunidad
    • Agradecimiento

O

  • Festividad: Mabon
  • Direccion: O
  • Diosas: Madre tierra. Ama Lur, Adartia, Ilurbeda, Brigantia
  • Colores: Naranja, marrón, ocres, negro
  • Animales sagrados: Zorro, tejón, osa, serpiente, topo
  • Atributos:
    • Manifestación
    • Constancia, persistencia, perseverancia
    • Firmeza, estructura, la solidez
    • Encarnación, materia
    • La presencia de nuestro cuerpo
    • Introspección, viaje hacia el interior
    • Interconexión


Centro

  • Festividad: Iberia
  • Direccion: Centro
  • Diosas: Iberia, Ophiusa, Ebra
  • Colores: Violeta, rojo, amarillo
  • Animales sagrados: conejos y serpientes
  • Atributos:
    • Asimilación
    • Integración
    • Inclusión
    • Tránsito
    • Identificación con el otro

Imagen: Dunum de Iberia

domingo, 10 de noviembre de 2019

La Sacerdotisa


“Una sacerdotisa puede considerarse una persona que actúa desde la profunda devoción para atender el camino,
Portar la lámpara,
Sostener el espejo,
Abrazar el silencio,
Traducir la Divinidad,
Canalizar el flujo energético,
Cabalgar la corriente,
Venerar la luna,
Desvelar el misterio,
Presenciar la belleza,
Aspirar a la Sabiduría de los símbolos,
Ser la boca del oráculo y un contenedor de la presencia,
Ser guardiana de la llama,
Portadora del cáliz,
Centinela de lo sagradao,
Fortalecedora de la calama,
Catalizadora de la coherencia,
Adivinadora de la armonía,
La aguja del silencio,
Enlace de luz,
Celebrante del sonido,
Escriba de lo inefable,
Almacén de las resonancias,
Guardiana de las llaves,
La clave del creciente de la luna,
Una descodificadora de sueños
Y servidora de la memoria.”


Autor del texto: Ariel Spielbury "Manual para una sacerdotisa Moderna".
Traducción: Jana de Madrid
Imagen: "Priestess" avvart en DeviantArt

viernes, 8 de noviembre de 2019

Enraizamiento


"Quod est inferius es sicut quod est superius, et quod es superius es sicut quod est inferiu"

Lo que es arriba, es abajo.

Me centro en mi corazón, donde reside la divinidad que soy, como una luz verde que se expande desde mi centro y que vibra al compás de un tambor primigenio que todo lo orquesta. Desde ese punto, como una semilla, brotan raíces que bajan hacia la tierra bajo mis pies. Esa luz me recorre palmo a palmo, llenando cada órgano, cada tejido, cada célula, activando cada uno de mis centros energéticos y alienando todos mis cuerpos dimensionales.

Mis raíces tocan tierra y se entierran en ella, removiéndola, haciéndose paso para descender capa a capa hasta el ígneo centro del corazón de Ama Lur, donde arde el fuego eterno que todo lo transmuta. A cambio de mis miedos, de mis preocupaciones, de mis limitaciones, ella me entrega una chispa de sus llamas que energizan todo mi cuerpo en el ascenso. Me uno así a ella, recordando que somos una, que ella es la materia que compone mi cuerpo, que ella que sostiene y me nutre, que ella da carne y huesos a mis sueños, que ella la que

Y así me elevo hacia el cielo, como un árbol proyecta sus ramas hacia las alturas, subiendo capa a capa de la atmósfera, que no es sino el abrazo de Ama Lur depositándome en la oscuridad infinita del cosmos. Planetas, estrellas, galaxias y nebulosas salen a mi encuentro, marcando el camino hacia ella, la gran estrella celestial, plateada, azul y fría, de la que todo procede. Arraigo mis ramas en su fuente y recuerdo que también yo soy un concepto, una idea, una historia contada hace miles de millones de años, que mis sueños son los suyos, que mi inspiración procede de ella, y que es en ella donde reside el potencial de todo lo que es y lo que será.

Enraízo y uno en mí el cielo y la tierra, lo abstracto y la materia. Me convierto en un canal de luz blanca que se vierte en el mundo como una marea que cubre todos los confines del planeta, llevando la voluntad divina más allá de mis límites físicos. Acepto que soy un instrumento al servicio de Ella. Mi ego se ha desvanecido y deja paso a una conciencia superior que me atraviesa de pies a cabeza con una energía que es eléctrica y caliente, expansiva e intensa. Yo soy luz, amor. y energía infinitas Y me siento como una estrella que ilumina todo el espacio que visito.

Imagen: "Yggdrasil" de Heterodyne en DeviantArt

lunes, 28 de octubre de 2019

Yo, Iberia



Me buscas aunque no sabes cómo llamarme. 

Crees que no conoces mi nombre, pero está escrito en tu sangre y en las memorias de todos aquellos que te precedieron. Las respuestas siempre están en tu interior, por más que busques en los libros de los hombres. Las hojas se sajan, las tablillas se erosionan, los archivos se borran, pero mi nombre es eterno en la memoria colectiva de la humanidad, en las conexiones subterráneas de los árboles, en las formaciones de las geodas y en las brillantes constelaciones de la noche. Yo soy la voz de tu historia, el eco de tus ancestros, la promesa del futuro.

Pero tú eres un humano, uno de este siglo inquieto, ansioso y febril, uno que ha crecido acunado en la satisfacción instantánea. La paciencia no es tu mayor virtud.  Quieres saber y quieres saberlo ya. Te lo pondré fácil esta vez. 

Me llaman la señora de los mil nombres porque cada cultura me dio uno diferente, pero yo soy todas ellas a la vez. Yo soy Isis, Hecate, Démeter, Gaia, Ishtar, Astarté, Inanna, Anahita, Uma, Pachamama ... Otros me llaman "La Señora", y algunos simplemente "Ella". Pero en estas tierras de conejos, serpientes, toros y linces me llaman Iberia, la dama de los dos rostros: el rostro joven que mira las tierras del Este hacia las antiguas civilizaciones, y la anciana que mira las afortunadas tierras del Oeste del eterno verano.

Pero soy más que un nombre, mucho más que un concepto o un arquetipo, mucho más que un mito o un cuento de ancianas y bardos...

Yo soy la suave brisa que acaricia tu piel y el potente cierzo que galopa en el valle del Ebro.
Yo soy el fuego intenso que moldea el hierro en la fragua del herrero y la llama danzarina del hogar de tu casa.
Yo soy la ola que lame tus pies al pasear por playas de arena y el manantial cantarín que esculpe las laderas de las montañas.
Yo soy la tierra fértil que se desborda de frutos en verano y la roca oscura de la profundidad de la cueva.

Yo soy el dorado de los campos de cereal de Castilla en las tardes de agosto.
Soy el rojo de la sangre derramada por tu linaje sobre mis tierras.
Soy el violeta de los cielos del atardecer.

Yo soy la flor y el cieno. El pájaro y la ardilla. La cigarra y la hormiga.
Soy la imponente montaña y el sinuoso río, el vetusto helecho del bosque, el haya desnuda en el invierno.
Yo soy el suave musgo sobre la piedra que indica el norte, y la hoja ocre que tapiza el suelo en otoño.

Yo soy la doncella que despierta la primavera y soy la amante que se regocija en la vida.
También soy la madre que nutre a sus hijos y soy la anciana que comparte la sabiduría de sus años.

Yo soy quien dirige la batalla y la que cura las heridas de los caídos.
Yo levanto imperios y destruyo civilizaciones. 
Soy la herida y el veneno, el remedio y el alivio.
Yo doy y quito, premio y castigo, hiero y sano.

Yo soy la calma y la tormenta, la muerte y la vida, la creación y la destrucción.
Soy la belleza, la armonía, la suavidad aterciopelada de las caricias, pero también soy la podredumbre y la enfermedad. Soy abundancia y dolor. Soy alegría e ira, ilusión y tristeza.

Yo soy tú y tú eres yo. 

Yo soy todo lo que es y lo que no es. Lo que fue y lo que será. Yo soy el tiempo y el espacio, soy la luz y la oscuridad, lo abstracto y lo concreto, el espíritu y la materia, el orden y el caos.

Porque yo lo contengo todo.

Yo soy.